Archivo de la categoría: Discos

Reseña de ‘Moor Room’ en ‘Rockdelux’ n.º 110 (julio-agosto 1994)

Pocas semanas después de la publicación de Moor rooM en Radiation Records, Jesús Llorente le dedicaba esta extensa reseña en Rockdelux, haciendo alusión al paradójico momento de la banda, ya con tres reputados álbumes en la calle pero con dificultades para atraer público a algunos de sus conciertos, incluyendo asimismo una acertada definición del concepto de banda al final del texto.

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Reseña de ‘Flock, Colibri, Oil’ en ‘Rockdelux’ (27 de noviembre de 2015)

Jaime Gonzalo, cuya tensa relación con la banda como productor de Hunted by the Snake probablemente nos arrebató en contemporaneidad sus siempre certeras reflexiones acerca de los siguientes trabajos de Cancer Moon, firmaba en 2015 este comentario sobre Flock, Colibri, Oil, publicado en la web de Rockdelux con motivo de su reedición en Munster Records.

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Reseña de ‘Flock, colibri, oil’ en ‘Abus Dangereux’ n.º 28 (octubre-noviembre 1992)

Cancer Moon y 'Flock, colibri, oil' en la Abus Dangereux n.º 28

Reseña publicada en la revista francesa Abus Dangereux y firmada por C. M., posiblemente Cécile Mirebeau, una de las colaboradoras habituales de Abus en los años noventa, medio en el que a la sazón también participaba Jaime Gonzalo, aludido en el texto sin nombrarlo.

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Musicalement, je préfère cet album au premier. La valse ininterrompue de la guitare, le long ruban sonore et inspiré sont peu différents. On sent, cependant, que le métier est mieux rentré, ce qui se traduit par un jeu plus subtil et équilibré de la part des musiciens (passés de trois à quatre). Et rien n’empêche les variations de rythmes et d’intensité. Le disque a été réalisé au Chalet et —c’est précisément là que le bas blesse— produit par Yon & José (chant et guitares), les deux piliers du groupe. Tout ce qui est vocal, surtout, souffre de bâillonnement, de tendances à l’étouffement, sûrement involontaires mais apparentes et gênantes. Ces manquements au respect des proportions portent un peu préjudice au son et me pousse à croire que le producteur précédent aurait dû être conservé. Ce serait dommage de se laisser arrêter par ce problème. Cette sorte de rock proche par exemple de celui des excellents Dirty Hands (Cancer Moon sont Espagnols) trouve sa meilleur définition dans le titre du premier LP du groupe: hanté par le serpent… un soir de pleine lune de préférence.

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Nuestra traducción:

Musicalmente prefiero este álbum al primero. El baile ininterrumpido de la guitarra y la amplia e inspirada paleta sonora son muy parecidos. Se percibe, sin embargo, que el oficio está mejor encajado, lo cual se traduce en un juego más sutil y equilibrado por parte de los músicos (que pasan de tres a cuatro). Y nada entorpece las variaciones de ritmos y de intensidad. El disco ha sido realizado en el Chalet y está —es precisamente ahí donde se resiente— producido por Yon y José (cantante y guitarrista), los dos pilares del grupo. Toda la parte vocal, sobre todo, está amordazada, con una tendencia a apagarse seguramente involuntaria pero notoria y molesta. Estas carencias con respecto a las proporciones suponen un pequeño perjuicio al sonido y me hacen creer que deberían haber conservado al productor anterior. Sería una lástima verse frenado por este problema. Este tipo de rock, cercano por ejemplo al de los excelentes Dirty Hands (Cancer Moon son españoles), tiene su mejor definición en el título del primer LP del grupo: encantado por la serpiente… preferiblemente en una noche de luna llena.

Reseña de ‘Flock, Colibri, Oil’ en ‘Rockdelux’ n.º 89 (septiembre 1992)

Rockdelux n.º 89 (septiembre 1992)

Reseña escrita por Quim Casas.

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«Flock, Colibrí, Oil» posee el mismo tono incandescente del anterior y primer trabajo de los bilbaínos Cancer Moon, «Hunted By The Shake»: garage feroz sin fisuras ni contemplaciones, noise, Detroit y algo más. Cosas importantes, pero no muy determinantes a tenor de los resultados, han ocurrido entre disco y disco (ver RDL 88), pero quizás el impacto inicial se haya amortiguado algo, como ha sucedido con otras bandas de similar estirpe —Desechables, Pantano Boas, Los Bichos—.
Cancer Moon, no obstante, siguen engendrando chispas de verdadera electricidad —la guitarra que no cesa en «Stocks«, la pieza más redonda del disco junto a «Ink«—, siguiendo directrices básicas y desnudas de todo artificio. Incluso cuando suenan algo miméticos pueden generar un toque de distinción, y el oscurantismo siniestro de algunos de sus pasajes —»Indians«, una home recording con guitarra dislocada, percusiones lúgubres y voz malsana— casa bien con la tensión sonora y la incisión rítmica que supuran las restantes estrías del disco.