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Breve sobre grabación en ‘La jungla sonora’ en ‘Ruta 66’ n.º 82 (marzo 1993)

Breve redactado muy probablemente por Fernando Gegúndez en el que se anuncia la posible edición de un maxisingle en Munster con posterioridad a la aparición de Flock, colibri, oil. Este hecho nunca se consumó pero la grabación vio la luz finalmente en la TV tape.

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Cancer Moon, viviendo su mejor etapa en directo, pasaron ya por La Jungla y ofrecieron un inolvidable set acústico con percusión que nos recordó a su mejor etapa de grupo casero. Alguna de estas canciones irá a parar a un maxi próximo a editar por Munster.

Reseña de ‘Flock, colibri, oil’ en ‘Abus Dangereux’ n.º 28 (octubre-noviembre 1992)

Cancer Moon y 'Flock, colibri, oil' en la Abus Dangereux n.º 28

Reseña publicada en la revista francesa Abus Dangereux y firmada por C. M., posiblemente Cécile Mirebeau, una de las colaboradoras habituales de Abus en los años noventa, medio en el que a la sazón también participaba Jaime Gonzalo, aludido en el texto sin nombrarlo.

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Musicalement, je préfère cet album au premier. La valse ininterrompue de la guitare, le long ruban sonore et inspiré sont peu différents. On sent, cependant, que le métier est mieux rentré, ce qui se traduit par un jeu plus subtil et équilibré de la part des musiciens (passés de trois à quatre). Et rien n’empêche les variations de rythmes et d’intensité. Le disque a été réalisé au Chalet et —c’est précisément là que le bas blesse— produit par Yon & José (chant et guitares), les deux piliers du groupe. Tout ce qui est vocal, surtout, souffre de bâillonnement, de tendances à l’étouffement, sûrement involontaires mais apparentes et gênantes. Ces manquements au respect des proportions portent un peu préjudice au son et me pousse à croire que le producteur précédent aurait dû être conservé. Ce serait dommage de se laisser arrêter par ce problème. Cette sorte de rock proche par exemple de celui des excellents Dirty Hands (Cancer Moon sont Espagnols) trouve sa meilleur définition dans le titre du premier LP du groupe: hanté par le serpent… un soir de pleine lune de préférence.

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Nuestra traducción:

Musicalmente prefiero este álbum al primero. El baile ininterrumpido de la guitarra y la amplia e inspirada paleta sonora son muy parecidos. Se percibe, sin embargo, que el oficio está mejor encajado, lo cual se traduce en un juego más sutil y equilibrado por parte de los músicos (que pasan de tres a cuatro). Y nada entorpece las variaciones de ritmos y de intensidad. El disco ha sido realizado en el Chalet y está —es precisamente ahí donde se resiente— producido por Yon y José (cantante y guitarrista), los dos pilares del grupo. Toda la parte vocal, sobre todo, está amordazada, con una tendencia a apagarse seguramente involuntaria pero notoria y molesta. Estas carencias con respecto a las proporciones suponen un pequeño perjuicio al sonido y me hacen creer que deberían haber conservado al productor anterior. Sería una lástima verse frenado por este problema. Este tipo de rock, cercano por ejemplo al de los excelentes Dirty Hands (Cancer Moon son españoles), tiene su mejor definición en el título del primer LP del grupo: encantado por la serpiente… preferiblemente en una noche de luna llena.

Entrevista en ‘Noise Club’ n.º 1 (1992)

Entrevista de David Fernández Abel para el primer número del fanzine Noise Club (publicación del sello madrileño Por Caridad Producciones) en la que Josetxo Anitua contesta a una batería de preguntas sobre varios aspectos de Cancer Moon desde sus orígenes hasta la salida del segundo LP, Flock, colibri, oil.

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Entrevista en ‘Mamorro’ n.º 13 (noviembre 1992)

Cancer Moon en Mamorro nº 13

Entrevista conducida por Txema Agiriano para su fanzine Mamorro, motivada por la aparición en CD de Flock, Colibri, Oil, pero en la que apenas se habla del disco y sí del tortuoso itinerario que se vio obligado a seguir el dúo en el interregno que separa el primer y segundo disco. Calvarios contractuales, contactos fallidos con discográficas, inestabilidades de la formación y apuntes hacia un utópico exilio de autosuficiencia que ya fueron tratados en entrevistas anteriores, pero que se pormenorizan en este texto con especial detalle.

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Entrevista en ‘El Correo’ (agosto 1992)

Firmada por Luis Miguel Seron, en ella se habla sobre todo de la grabación del segundo elepé, aunque también hacen en ella públicas unas declaraciones mucho más moderadas, y posiblemente más cercanas a la realidad, acerca de su relación con Gonzalo en el estudio durante la grabación del primer disco…

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Canciones resistentes

Cancer Moon supera dificultades pasadas con un nuevo ‘elepé’

Cancer Moon continúa con un segundo álbum recién editado, Flock, Colibri, Oil, aunque las dificultades sufridas desde la aparición de su debut discográfico, hace más de dos años, hacían prever a muchos el final de su prometedora carrera. Yon Zamarripa (guitarrista) y José Anitua (cantante) mantienen viva la llama del grupo bilbaíno desde sus inicios. «No desapareceremos fácilmente porque la mala hierba nunca muere. Además, nos ha motivado a continuar el hecho de tener un montón de canciones que queríamos sacar a la luz».

Las circunstancias contrarias que se han interpuesto en el camino de Cancer Moon provienen fundamentalmente de la discográfica que editó su primer disco. Polar, subsidiaria rockera de la compañía especializada en remezclas discotequeras Max Mix, engañó a José y Yon sobre las ventas del elepé y dificultó su fichaje por otro sello después de renunciar a editarles el segundo álbum que tenían acordado. El contrato frustrado con varias compañías hizo imposible la consolidación de una banda fija y la desaparición de los directos. Por fin, este verano se ha materializado el trato con la independiente vasco-madrileña Munster Records para editar Flock, Colibrí, Oil, un excelente paso adelante que puede hacer olvidar al grupo bilbaíno los problemas pasados.

Deberes caseros

«No se trata de que seamos personalidades complicadas —afirman Yon y José respecto a los continuos cambios de formación en su banda—. El problema es que pides algo a la gente y si no se llega a eso te vas desanimando y se convierte en un lastre. Nuestra pega es que traemos las canciones hechas y tenemos que enseñarlas a los que entran». De este modo, el bajista que participó en la grabadón del último disco, Álvaro Irízar, ha sido sustituido por Niko, ex-componente de Gazte Hilak y MCD. El batería Arturo García y el segundo guitarrista, para los conciertos, Alfonso Arana completan los nuevos Cancer Moon que ya tienen a punto su directo renovado.

Flock, Colibri, Oil, se grabó y mezcló en sólo cuatro días, un tiempo que suele ser insuficiente para obtener resultados plenamente satisfactorios pero que ha sido aprovechado a tope por Cancer Moon al llevar los temas planificados. Dejando de un lado la falta de horas de estudio de grabación, el grupo bilbaíno se ha enfrentado a una estricta selección del material acumulado durante su silencio discográfico. «Es frustrante elegir para el disco nueve canciones entre cincuenta —aseguran—. Tenemos un montón guardadas y como no podemos dar salida a nuevos temas, que es en realidad lo bueno, no existe capacidad de maniobra para sacar todo lo que tienes dentro».

El formato en compacto de su secundo larga duración se ampliará con dos versiones, una de Suicide y otra de Scientists, encargadas por Munster para dos recopilatorios, y algunas de las numerosas composiciones de su repertorio todavía desconocidas esperan publicarlas próximamente en una cinta grabada con un cuatro pistas casero, base de su método de trabajo. «Es lo acertado porque si sólo tocas cosas nuevas cuando vas a ensayar y no lo haces muy a menudo se te olvidan —comentan—. En casa puedes repetir lo ensayado, darle vueltas y avanzar más sin necesidad de que esté todo el grupo junto».

Productores muy diferentes

Uno de los affaires más comentados en torno al primer elepé de Cancer Moon fueron sus diferencias con el productor Jaime Gonzalo, co-director de la revista musical Ruta 66. «Gonzalo es, sobre todo, un crítico y bueno. Como productor tiene un sonido que se ha hecho él mismo a partir de Los Bombarderos, con nosotros y lo mejoró con The del-Hoyo. Nosotros fuimos en plan co-producción pero él no lo veía así. Nos costaba mucho convencerle de que una guitarra tenía que estar más alta o cosas por el estilo. Luego hacíamos nuestra nuestra mezcla y se quedaba con ella, sabía reconocer sus errores. En lugar de utilizar las horas de estudio que teníamos en mezclar, que fue el principal problema, perdimos mucho tiempo en la relación por falta de planificación».

José y Yon no dudan al preferir la labor de producción del músico francés Thierry Duvigneau Kid Pharaon en Flock, Colibri, Oil: «Con Kid ha sido mejor porque es músico y te habla en un lenguaje musical. Quien no lo sea no puede pedirte que algo se haga de una forma determinada si no sabe explicártelo. Lo bueno es que Kid, aparte de tener bastante idea de sonidos, también lleva la mesa y así no tienes que esperar dos horas para hacer la mezcla de una canción. Es muy rápido sobre la mesa, como un leopardo».

A fin de evitar su encasillamiento como grupo de rock underground, Cancer Moon desea sorprender al público en directo. «Queremos que vean algo brillante, que les impacte y que suene bien, incluso mejor de lo que se oye en el disco».