Entrevista en ‘Mamorro’ n.º 13 (noviembre 1992)

Cancer Moon en Mamorro nº 13

Entrevista conducida por Txema Agiriano para su fanzine Mamorro, motivada por la aparición en CD de Flock, Colibri, Oil, pero en la que apenas se habla del disco y sí del tortuoso itinerario que se vio obligado a seguir el dúo en el interregno que separa el primer y segundo disco. Calvarios contractuales, contactos fallidos con discográficas, inestabilidades de la formación y apuntes hacia un utópico exilio de autosuficiencia que ya fueron tratados en entrevistas anteriores, pero que se pormenorizan en este texto con especial detalle.

CANCER MOON

Si miramos el numero 12 de Mamorro [marzo de 1992], allí veremos que se dice que Cancer Moon ya tienen listos los temas para su segundo LP. Hace unos meses salió ya este disco «Flock, Colibri, Oil» que ahora ve su edición en formato CD con dos temas extras. Con Jon Zamarripa (guitarra), de vacaciones y con Josetxo Anitua (voz) a punto de partir para pasar unos días en New York, hablamos con este último para que nos aclarase algunas cosas sobre la trayectoria del grupo.

¿Por qué se disolvió el grupo del 90 (Jesús Suinaga, batería; José Gregorio Izkue —El Desván Del Macho, bajo; Johnny Kontrol Kasius Crack guitarra)?

Bueno, pues estuvimos haciendo varios conciertos y al final acabamos todos un poco quemados. Luego, aparte de todo, tampoco era una formación que pudiera salir adelante porque la forma de ensayar era [que] ensayábamos una vez a la semana en Eibar. Teníamos que desplazarnos todos para ir allí y eso a la larga te va quemando muchísimo y no podíamos seguir de aquella manera.

¿Cuántos conciertos hicisteis?

Hicimos del orden de diez u once conciertos. El último lo hicimos el 10 de julio del 90 en Sevilla.

¿Queríais haber grabado el segundo LP con Polar?

Sí, si hubiésemos podido, sí. Lo hubiéramos grabado de todas maneras suponiendo que lo hubieran distribuido, lo hubieran promocionado un poco y se hubieran gastado un poco de dinero en hacerlo, claro. Porque si lo hubieran hecho solo por puro trámite no nos hubiera interesado.
Lo que pasó con Polar fue que ellos parece que tenían unas expectativas con nosotros que no se vieron cubiertas. Yo sigo sin entenderlo bien, porque tenían unas expectativas, pero tampoco hicieron nada por promocionar el disco. Hicieron lo mínimo. La historia es que dijeron que no habíamos vendido lo que ellos esperaban, y con esa excusa nos dijeron que no nos grababan otro —aunque habían cubierto y habían tenido beneficios con el disco—. Nos dijeron que no nos grababan el segundo disco pero que tampoco nos daban la carta de libertad. En realidad lo que querían era vender el grupo a otra casa. Entonces hubo ofertas de otras casas —estuvo Romilar— pero no llegaron a un acuerdo y nos tuvieron nueve o diez meses parados.

¿Os prometieron algo Juan Hermida (Romilar) o Ritxi Aizpuru (Oihuka)?

En principio estuvimos en contacto con Juan. En principio estaba muy interesado en ficharnos. Ya había un proyecto de hacer primero un maxi, luego un LP… La historia es que con Juan no llegaron a un acuerdo los de Polar. Había problemas y tal y estuvimos tres meses ya pensando que íbamos a grabar, ya teníamos la banda formada, estábamos ensayando para grabar. Total que al final no se pudo hacer. Luego nos fuimos a Oihuka, como estaban los Bichos grabando entonces, ellos nos animaron a hacerlo y se veía que en Oihuka podíamos hacer un frente común con ellos, ya que teníamos intereses parecidos. La historia fue que entonces no había nadie en Oihuka porque justo los Goñi se habían ido, así que tuvimos que hablar con Elkar. Hablamos con Elkar que en principio estaban interesados pero nos dijeron que teníamos que esperar a que en Oihuka hubiera alguien y hablar con esa persona. Entonces fue cuando apareció Ritxi y en principio también se mostró interesado, pero ya llegó el verano, salió el disco de los Bichos y al parecer Ritxi no tuvo una buena experiencia con el disco e igual con ellos también, no sé. La cuestión es que luego, después del verano habíamos quedado en hablar y parece que había perdido interés.

En junio del 91 teníais un nuevo grupo y tocasteis en el gaztetxe de Bilbo. ¿En qué situación estabais en cuanto a contratos?

En ese momento estábamos todavía atados a Polar, habíamos hablado con Oihuka…

¿Por qué tocasteis?

Tocamos porque la gente que estaba tocando con nosotros quería tocar. Llevábamos ensayando con ellos ya seis meses casi —habíamos estado ensayando para el disco, luego estuvimos ensayando para el directo—. Cuando pensábamos que Hermida nos iba a fichar estábamos ensayando para ese disco. Aquello no salió y decidimos que ya que estábamos, aquel trabajo tenía que ver la luz de alguna manera.

¿Por qué no volvisteis a tocar?

No nos gustó mucho lo que salió en el concierto del gaztetxe. Además con la formación había problemas ya de índole musical. Así que decidimos prescindir y montar otra.

En octubre acaba el contrato con Polar y Munster se pone en contacto con vosotros. ¿En esos momentos ya no interesabais a Romilar ni a Oihuka?

No se. Esa gente ha demostrado tener muy poca confianza en nosotros. A Hermida tanto que Ie gustábamos y que éramos su grupo favorito y nosequé en un momento dado no se mojó. Allá él. Parece que por ahí tenemos el sambenito de grupo difícil y de corta vida y de plantear problemas y no tocar en directo así que esa fama también te impide… yo creo que Romilar pensaba que estábamos acabados.
En esos momentos Unai ofreció hacer un single. Luego hablé con Íñigo y la oferta fue de mini-LP y al final con lo que hicimos en Burdeos fue un LP. Un poco corto pero un LP.

La banda actual la componéis Jon y tú, Arturo García a la batería (uno de los más prolíficos baterías bizkainos —ha llegado a formar parte de una docena de grupos a la vez—). Alfonso Arana a la guitarra (joven getxotarra —ahora también con banda propia, Los Nadie— rescatado de la formación del 91) y como novedad, Niko al bajo (de los históricos e incombustibles MCD).

Ya habíamos pensado antes en Niko, pero hubo una temporada que no estaba, que estaba en Londres todavía…

Las críticas de vuestro primer disco fueron extensas y claramente positivas. Las que yo he leído hasta el momento de este son cortas y extrañas.

Yo tampoco las entiendo. Pero, la raza de los críticos es un poco especial…
Además es un disco distinto e igual es más difícil que el primero.

No crees que puede tener un poco que ver con que en el tiempo que salió «Hunted by the snake» había un auge de cierto tipo de grupos donde también podíais estar vosotros, y con que estos grupos quisieron crecer y no pudo ser y ahora —salvando casi únicamente a Pleasure Fuckers— todos esos grupos han pasado por una crisis realmente fuerte en todos los sentidos (los críticos temen apoyar claramente a grupos muertos o moribundos)…

Si, es cierto, pero viendo como están las cosas los grupos bastante hacen con subsistir. Además esta crisis afecta también a los nuevos grupos. Está muy difícil poder tocar en unas condiciones aceptables. Las soluciones en nuestro caso podrían pasar por cambiar la estructura del grupo y hacernos más autosuficientes Jon y yo o seguir como estamos y esperar a que vengan tiempos mejores… Aunque yo creo que vienen tiempos peores. El panorama no es nada halagüeño La gente que se sale de la cultura oficial cada vez lo tiene más crudo y eso es a nivel europeo o tal vez incluso mundial. Están cerrando gaztetxes, squaters… Berlín está totalmente desmadrado. No muerto, pero sí muriendo y es una ciudad que había sido muy viva. No sé qué va a ser esto.

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