Archivo de la etiqueta: Flock colibri oil

Entrevista en El Correo (agosto 1992)

Firmada por Luis Miguel Seron, en ella se habla sobre todo de la grabación del segundo elepé, aunque también hacen en ella públicas unas declaraciones mucho más moderadas, y posiblemente más cercanas a la realidad, acerca de su relación con Gonzalo en el estudio durante la grabación del primer disco…

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Reseña de ‘Flock, colibri, oil’ en Ruta 66 n.º 75 (julio-agosto 1992)

Cancer Moon en Ruta 66 nº 75

Reseña de Ignacio Julià para Ruta 66.

CANCER MOON «FLOCK, COLIBRI, OIL»
Munster

Después de un sensacional primer elepé —«Haunted By The Snake»— una de las promesas del rock underground nacional se veía frenada en su impulso por culpa de una discográfica que nunca supo qué hacer con ellos. La historia de siempre. Tres años han tardado en volver a levantar cabeza, y lo hacen con una grabación que es una clara afirmación de que han mantenido intactos su carisma y su potencial. Grabado en Burdeos, en los estudios de Kid Pharaon —que produce, orquestando una sonoridad menos elaborada, más cutre que en el anterior LP—, «Flock… » traduce a música el inhóspito mundo interior de Jon Zamarripa. Y lo hace sin consignas de ningún tipo. Aquí no valen las etiquetas, sólo la comunicación sin paliativos, la descarga eléctrica articulándose en liberación emocional. Los universos paralelos visitados por esta música se caracterizan por una ponzoñosa densidad, una venenosa intensidad. Los nuevos Cancer Moon pueden ser apabullantes, dinámicos o melódicos, pero también inquietantemente atmosféricos. Pocos grupos tenemos en territorio nacional con tanta… uh… personalidad. Lo único que se les podría tirar en cara es lo críptico de las letras —¿dónde van con un título así?—, pero sospecho que no sabrían ser más transparentes. Es su estigma, y su grandeza.

Reseña de ‘Flock, colibri, oil’ en El Mundo (24 de agosto, 1992)

Firmada por F. Chacón.

MÚSICA
NUEVO DISCO
Cancer Moon, retorno al garaje del rock

Regresan los reyes del «sonido garaje» en Euskadi. Cancer Moon. Un dúo integrado por el guitarrista Jon Zamarripa y el vocalista Josetxo Anitua que se mueve a medio camino entre Eibar y Bilbao. Esta formación retorna al panorama discográfico con un segundo elepé, titulado Flock, colibri, oil.
La nueva colección de canciones, editada por el sello independiente vasco-madrileño Munster Records, los confirma como cabeza de lanza de ese pequeño movimiento de bandas vascas que cantan en inglés —La Secta, Los Clavos—. Representantes del rock áspero y psicodélico con innegables reminiscencias de los sesenta, los componentes de Cancer Moon continúan fieles a sus características pesadillas sónicas.
En esta grabación, efectuada en los estudios Le Chalet de la localidad francesa de Burdeos, se vuelve a poner al descubierto todo el cúmulo de sus influencias: The Velvet Underground, The Stooges, Screaming Trees, Sonic Boom, Dinosaur Jr., etc. El culpable de la plasmación de este legado no es otro que Kid Pharaon, el guitarrista francés que ha coproducido el disco.
Como ya es habitual en Munster Records, la nueva entrega de Cancer Moon va a ser distribuida en varios países: Estados Unidos, Australia, Reino Unido, Francia, Suecia y otros. Siempre dentro de un circuito especializado y totalmente independiente.
El dúo vasco ya se distinguió hace un par de temporadas con su primer trabajo, Hunted by the snake y publicado por el sello Polar Records. Una irrupción pujante que garantizó su consideración como uno de los más prometedores grupos de culto de todo el Estado.
Jon Zamarripa y Josetxo Anitua tienen ya un largo historial a sus espaldas. El primero se inició en formaciones como Gazte Ilak [sic] o los muy recordados Primitivos, que renovaron con su desparpajo la escena bilbaina de mediados de los ochenta. En cuanto al otro, formó parte de bandas tan legendarias en el panorama vasco como Los Extraños, Los Raros, La Tercera En Discordia y Jugos de Otros*.
Anitua imprime la auténtica fuerza y personalidad al directo de Cancer Moon con sus características posturas retorcidas y, en ocasiones, hasta provocativas.
En palabras del crítico catalán Santi Carrillo —de la revista Rock De Lux—, «la originalidad de la propuesta de Cancer Moon radica en asumir hasta las últimas consecuencias la no ruptura de un rock previsible en su formato pero estruendosamente reconfortante en sus vapuleos, que son controlados al milímetro en un alarde de dominio sobre la masa de volumen creada. Sobra, quizá, el poso siniestro que se esconde en algunos pasajes o recortes vocales».

 

NOTA*: El autor comete un error adjudicando la presencia en Los Raros y Los Extraños a Josetxo Anitua, cuando en realidad fue Jon Zamarripa.

Entrevista en El Tubo n.º 33 (junio 1992)

Entrevista de portada (quizá la única que hayan tenido Cancer Moon en activo) dirigida por M. A. Gómez para El Tubo, en la que se vuelve a anunciar la próxima salida de una cinta autoeditada con material inédito, se habla de los cambios de formación, las peripecias del cambio de compañía entre el primer y segundo LP, la evolución musical del grupo… e incluso se llega a denunciar el plagio por parte de otros grupos de material de Cancer Moon registrado en grabaciones caseras.

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Reseña de ‘Flock, colibri, oil’ en Rockdelux n.º 89 (septiembre 1992)

Rockdelux n.º 89 (septiembre 1992)

Reseña escrita por Quim Casas.

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«Flock, Colibrí, Oil» posee el mismo tono incandescente del anterior y primer trabajo de los bilbaínos Cancer Moon, «Hunted By The Shake»: garage feroz sin fisuras ni contemplaciones, noise, Detroit y algo más. Cosas importantes, pero no muy determinantes a tenor de los resultados, han ocurrido entre disco y disco (ver RDL 88), pero quizás el impacto inicial se haya amortiguado algo, como ha sucedido con otras bandas de similar estirpe —Desechables, Pantano Boas, Los Bichos—.
Cancer Moon, no obstante, siguen engendrando chispas de verdadera electricidad —la guitarra que no cesa en «Stocks«, la pieza más redonda del disco junto a «Ink«—, siguiendo directrices básicas y desnudas de todo artificio. Incluso cuando suenan algo miméticos pueden generar un toque de distinción, y el oscurantismo siniestro de algunos de sus pasajes —»Indians«, una home recording con guitarra dislocada, percusiones lúgubres y voz malsana— casa bien con la tensión sonora y la incisión rítmica que supuran las restantes estrías del disco.

Reseña de ‘Flock, colibri, oil’ en El Diario de Cádiz (1992)

Reseña aparecida en el Diario de Cádiz y firmada por S. C.

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PERSEVERANTES Y HONESTOS

Cancer Moon ■ «Flock, Colibri, oil» (Munster Records)

Dos años después de que impresionaran con su primerizo «Hunted by the Snake», los bilbaínos Cancer Moon vuelven a las andadas con su esperado segundo álbum. Nuevas canciones, nueva formación —dando entrada a Alvaro Irizar al bajo y a Arturo García a la batería— pero similares, que no repetldos, planteamientos. La incontenible fuerza de su música se conduce hábilmente en torno al universo de las seis cuerdas, tramando pequeños mundos en forma de canciones donde la guitarra de Yon Zamarripa abre camino para que José Anitua coloque su voz. Grabado en los estudios Le Chalet de Burdeos, «Flock, Colibri, Oil» aparece como un notable nuevo paso en la carrera de una banda dispuesta a perseverar en el rock alternativo de forma coherente y acertada. Ojalá pudiéramos contar con algunos más como ellos.

Entrevista en Rockdelux n.º 88 (julio 1992)

Rockdelux n.º 88 (julio-agosto 1992)

Blas Fernández dirigía esta entrevista coincidiendo con la publicación del segundo álbum de Cancer Moon. Publicada en verano de 1992, hay en ella información interesante sobre la preparación del disco, el cambio de formación, los problemas con Polar, las ediciones y distribución internacionales planeadas por Munster (de las cuales no se ha encontrado otra prueba) y los planes para autoeditar una cinta en septiembre de 1992 (siguiendo con el concepto de autoproducción que ya hicieron público en la entrevista de Devórame en junio de 1990).

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Artículo en Devórame, El Diario Vasco (julio 1992)

De la pluma de Iñaki Zarata, este artículo gira en torno a la publicación de Flock, colibri, oil, haciendo un breve repaso de su carrera discográfica, sus tribulaciones con Polar Records y la grabación de ese segundo disco, explicando la salida de Jesús Suinaga y el posterior cambio de formación.

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