Artículo sobre ‘Flock, colibri, oil’ en Egin (enero 1993)

Cancer Moon en «Bat bi hiru»

Destacada reseña/artículo de Flock, colibri, oil con texto firmado por Pablo Cabeza en la sección «Bat, bi, hiru» de Egin. Resume los orígenes del grupo y pasa a un «canción a canción»…

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CANCER MOON. OPERETA SOBRE LA CREACIÓN

Segundo disco para los bilbaínos Cancer Moon. «Flock, colibri, coil» [sic]. Los acompañan Arturo, Yo Soy Julio César, Niko, MCD.

NO ES EXTRAÑO QUE DE UN PAÍS SINGULAR SURJAN AVENTURAS DE CIENCIA Y NIGROMANTES. SON LOS HIJOS DESCARRIADOS DE «MARI». ALMAS ESQUIVAS QUE NO ENCUENTRAN LA PAZ BAJO EL TECHO DE LOS COMUNES. ES EL CASO DEL DOLOR TRANSFORMADO EN NIRVANA. O CANCER MOON.

CANCER Moon, la aventura «lndiana Jones» de Josetxo y Jon, nunca ha sido un grupo con vocacion plena, aunque sí un proyecto de absoluta seriedad. Digamos que su tormentosa historia bien pudiera ser el reflejo perfecto de su postura musical: arisca, introvertida, atmosférica.

La banda se crea a finales de la década de los ochenta. Su primer elepe «Hunted by the snake», febrero de 1990, no fue otra cosa que el singular cruce de personalidades entre Jon Zamarripa y Josetxo Anitua, que planteado así no deja de ser una de tantas circunstancias habituales en cualquier banda, pero que, conociendo a uno y a otro, toma ese carácter singular que fue y que es Cancer Moon. Un grupo, de otra parte, dolido en su árbol genea(i)lógico por las diferentes y numerosas transfusiones de savia que ha tenido a lo largo de los años. Su falta de solidez orgánica sería semejante al caso de Los Bichos, otros malditos por devoción, por placer. No obstante, Cancer Moon nunca serían lo que son si no fueran, cuando menos, una pareja, la formada por J & J.

A finales de 1992 Cancer Moon decide pasar a la acción. Se acabo el segundo plano, ¿la pereza? Tienen hambre de directo y se disponen a sudar bajo los focos, por cutres que sean.

Segunda experiencia vinílica y otra obra cargada de sugerencias, simbolismos, metáforas y todo aquel juego anímico que genera el entorno musical de «Flock, colibri, oil». Trabajo minoritario en un mercado tan vulgar, que no perdona a los disidentes. Aunque para fortuna de inconformistas, la penuria, el pecado, ni preocupa ni molesta, en exceso, a Cancer Moon; si acaso, se crecen con ella y con él.

«Solution» es la canción que abre disco, un claro single, si esto diera para un single en el mas puro estilo radical independiente. Afortunada. «lnk» celebra una textura de ensimismamiento, de fijación colorista, donde la melodía guitarrera completa el hechizo. Tremenda. «White snake» [sic] es otra tragedia sonora, belleza griega hasta el suicidio. Hemos aprendido que el caos tiene orden. Y que la sedición armónica no conduce al desequilibrio. «Smokers» es rokanrol bendecido por la neblinosa, como a lo largo de todo el disco, garganta de Josetxo, puro tremolo herido. «Folks» lleva algo de Lou Reed, mas aún de Patty [sic] Smith. La puta se presta, el cabrón se desnuda. Esto es violencia callada. Emergente. «Stocks» es como dejar sentado que una batería puede ser una guitarra, que el bajo puede ser una guitarra, que la voz puede ser una guitarra. «Whole world» es más explícita como canción. La voz suena cabreada, los acordes marcan con claridad. Hay tiempo para la floritura sencilla y efectiva.

No es esto todo, los ambientes, los dibujos, prosiguen. Como en el CD, donde aparecerán dos temas extras, trece minutos, tan aprovechados como un lengüetazo sobre el óvulo. Destaca la versión sobre «Girl», de Suicide, pero eso queda para mas adelante, quizá solo semanas.

Mientras, busca un poco de originalidad arriesgando. «Flock, colibri, oil».

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