Entrevista en El Correo (agosto 1992)

Firmada por Luis Miguel Seron, en ella se habla sobre todo de la grabación del segundo elepé, aunque también hacen en ella públicas unas declaraciones mucho más moderadas, y posiblemente más cercanas a la realidad, acerca de su relación con Gonzalo en el estudio durante la grabación del primer disco…

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Canciones resistentes

Cancer Moon supera dificultades pasadas con un nuevo ‘elepé’

Cancer Moon continúa con un segundo álbum recién editado, Flock, Colibri, Oil, aunque las dificultades sufridas desde la aparición de su debut discográfico, hace más de dos años, hacían prever a muchos el final de su prometedora carrera. Yon Zamarripa (guitarrista) y José Anitua (cantante) mantienen viva la llama del grupo bilbaíno desde sus inicios. «No desapareceremos fácilmente porque la mala hierba nunca muere. Además, nos ha motivado a continuar el hecho de tener un montón de canciones que queríamos sacar a la luz».

Las circunstancias contrarias que se han interpuesto en el camino de Cancer Moon provienen fundamentalmente de la discográfica que editó su primer disco. Polar, subsidiaria rockera de la compañía especializada en remezclas discotequeras Max Mix, engañó a José y Yon sobre las ventas del elepé y dificultó su fichaje por otro sello después de renunciar a editarles el segundo álbum que tenían acordado. El contrato frustrado con varias compañías hizo imposible la consolidación de una banda fija y la desaparición de los directos. Por fin, este verano se ha materializado el trato con la independiente vasco-madrileña Munster Records para editar Flock, Colibrí, Oil, un excelente paso adelante que puede hacer olvidar al grupo bilbaíno los problemas pasados.

Deberes caseros

«No se trata de que seamos personalidades complicadas —afirman Yon y José respecto a los continuos cambios de formación en su banda—. El problema es que pides algo a la gente y si no se llega a eso te vas desanimando y se convierte en un lastre. Nuestra pega es que traemos las canciones hechas y tenemos que enseñarlas a los que entran». De este modo, el bajista que participó en la grabadón del último disco, Álvaro Irízar, ha sido sustituido por Niko, ex-componente de Gazte Hilak y MCD. El batería Arturo García y el segundo guitarrista, para los conciertos, Alfonso Arana completan los nuevos Cancer Moon que ya tienen a punto su directo renovado.

Flock, Colibri, Oil, se grabó y mezcló en sólo cuatro días, un tiempo que suele ser insuficiente para obtener resultados plenamente satisfactorios pero que ha sido aprovechado a tope por Cancer Moon al llevar los temas planificados. Dejando de un lado la falta de horas de estudio de grabación, el grupo bilbaíno se ha enfrentado a una estricta selección del material acumulado durante su silencio discográfico. «Es frustrante elegir para el disco nueve canciones entre cincuenta —aseguran—. Tenemos un montón guardadas y como no podemos dar salida a nuevos temas, que es en realidad lo bueno, no existe capacidad de maniobra para sacar todo lo que tienes dentro».

El formato en compacto de su secundo larga duración se ampliará con dos versiones, una de Suicide y otra de Scientists, encargadas por Munster para dos recopilatorios, y algunas de las numerosas composiciones de su repertorio todavía desconocidas esperan publicarlas próximamente en una cinta grabada con un cuatro pistas casero, base de su método de trabajo. «Es lo acertado porque si sólo tocas cosas nuevas cuando vas a ensayar y no lo haces muy a menudo se te olvidan —comentan—. En casa puedes repetir lo ensayado, darle vueltas y avanzar más sin necesidad de que esté todo el grupo junto».

Productores muy diferentes

Uno de los affaires más comentados en torno al primer elepé de Cancer Moon fueron sus diferencias con el productor Jaime Gonzalo, co-director de la revista musical Ruta 66. «Gonzalo es, sobre todo, un crítico y bueno. Como productor tiene un sonido que se ha hecho él mismo a partir de Los Bombarderos, con nosotros y lo mejoró con The del-Hoyo. Nosotros fuimos en plan co-producción pero él no lo veía así. Nos costaba mucho convencerle de que una guitarra tenía que estar más alta o cosas por el estilo. Luego hacíamos nuestra nuestra mezcla y se quedaba con ella, sabía reconocer sus errores. En lugar de utilizar las horas de estudio que teníamos en mezclar, que fue el principal problema, perdimos mucho tiempo en la relación por falta de planificación».

José y Yon no dudan al preferir la labor de producción del músico francés Thierry Duvigneau Kid Pharaon en Flock, Colibri, Oil: «Con Kid ha sido mejor porque es músico y te habla en un lenguaje musical. Quien no lo sea no puede pedirte que algo se haga de una forma determinada si no sabe explicártelo. Lo bueno es que Kid, aparte de tener bastante idea de sonidos, también lleva la mesa y así no tienes que esperar dos horas para hacer la mezcla de una canción. Es muy rápido sobre la mesa, como un leopardo».

A fin de evitar su encasillamiento como grupo de rock underground, Cancer Moon desea sorprender al público en directo. «Queremos que vean algo brillante, que les impacte y que suene bien, incluso mejor de lo que se oye en el disco».

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